Impulsan el crecimiento de Mipymes mexicanas en el extranjero

Adriana López-Acosta

Cuando Rocío Silva Torres y Zayde Gutiérrez Gallardo cursaron la Licenciatura en Comercio Internacional, su profesor de "Modelos de exportación", Guillermo Vázquez, les habló en clase sobre las convocatorias de prácticas en el extranjero de ProMéxico.

Este organismo federal que impulsa la inversión extranjera, la exportación e internacionalización de las empresas mexicanas, abre año con año prácticas en diferentes destinos, en las que egresados universitarios pueden ser intermediarios de una empresa mexicana en el mercado internacional.

Rocío y Zayde aplicaron y resultaron seleccionadas por ProMéxico para la convocatoria de 2013. Junto con 44 jóvenes menores de 26 años, se lanzaron a diferentes ciudades del mundo a apoyar a micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) en su camino a la internacionalización, durante siete meses y completamente inmersos en una cultura distinta.

De México para el mundo

Rocío y Zayde fueron enviadas a Brasil y Estados Unidos, respectivamente, durante siete meses.

Rocío representó a una empresa que realiza productos a base de lijas (para las  industrias automotriz y de construcción) en el Estado de México; se estableció en Sao Paulo y se dedicó de lleno a ayudar a la empresa en el diseño de una estrategia propia de entrada al mercado brasileño, y contactar a clientes potenciales.

"Es estrés, satisfacciones y fracasos en un mismo día", cuenta Rocío. "Es trabajar en un lugar completamente nuevo y no tener una vida aparte. Salirte de tu zona de confort y hacer una vida nueva con la responsabilidad de hacer negocio para más personas".

Muchas de las empresas que contactan las oficinas estatales de ProMéxico son en su mayoría familiares o Mipymes. Zayde, quien trabajó en Chicago para dar a conocer una empresa de Torreón que produce carbonato de calcio (aditivo para plásticos y pinturas), detectó que México tiene todavía muchos mercados por explorar, pero también prejuicios por destruir.

"En Estados Unidos todavía falta tener una mejor imagen; hay muchas empresas abiertas a invertir en productos mexicanos, pero las empresas más pequeñas todavía tienen una barrera", opina la estudiante. Con todo y las trabas, logró posicionar a la empresa y conseguir clientes potenciales.

"Al final, fue una satisfacción darme cuenta que las empresas en México pueden competir en el mundo y que pude abordar el mercado y cumplir los objetivos", comenta.

Por el contrario, México en Sao Paulo es visto con buenos ojos, según la experiencia de Rocío. En sus viajes por Sudamérica en los intervalos de descanso del trabajo, Rocío constató que el mercado mexicano es percibido como una potencia.

"Los niveles de producción e industria son muy altos (en Brasil), hay mucho trabajo, pero aun así ven a México como una cultura educada, que hace las cosas bien, y se impresionan de que muchos mexicanos sepamos inglés (en el ámbito de los negocios)", cuenta.

Emprender en otro idioma

Dos requisitos fundamentales para participar en la convocatoria fueron el dominio de al menos tres idiomas y el gusto por la internacionalización. Rocío y Zayde debían realizar un diagnóstico del mercado, la viabilidad y prospección de clientes, todo en los idiomas del país en el que vivieron.

Ambas hablan cuatro idiomas (español, inglés, francés y portugués), y han tenido distintas experiencias internacionales; por medio de los intercambios que ofrece el ITESO, Rocío estudió en Suecia, y Zayde tomó un curso en inglés de negocios en la Universidad de Harvard.

Sin embargo, esta experiencia fue completamente distinta para ellas. Rocío cuenta que le sudaban las manos antes de cada llamada de negocios. Poco a poco se le fue haciendo más fácil "soltarse".

"Se trata de no tener pena, hay gente que se desespera y gente que es muy amable", dice. "Fue perderle el miedo (al idioma) y animarte a preguntar de nuevo, a pedir paciencia, sin miedo a hablar".

Negocios con visión humana

Después de esta experiencia, ambas quieren seguir impulsando a las Mipymes mexicanas hacia el comercio exterior.

"Consultorías de comercio exterior, ya hay. Lo que queremos es ser un aliado de estas consultorías, pero más inclinadas hacia las Mipymes, que son las que más necesitan el apoyo", dice Rocío.

Las estudiantes destacan el apoyo de su profesor Guillermo Vásquez, quien las orientó en todo este proceso.

La convocatoria de ProMéxico para hacer prácticas en el extranjero en 2015 se abre en agosto de este año, ahora con un periodo de 6 meses para impulsar a las empresas mexicanas.

"El sello social no debe estar peleado con el compromiso de impulsar la economía. Alguien del ITESO le puede imprimir el compromiso de verlo más a fondo y más allá de un simple proyecto, de continuar esta tarea con más empresas de Jalisco, de México", señaló Rocío.